“Si no me sacan ya, me van a matar”, advirtió Sebastián Francisco Medina en el último mensaje que les envió a sus familiares desde el penal de Villa Urquiza. Horas después moriría asesinado por otro compañero de encierro en el patio del Anexo I de la cárcel. Ese es tan sólo un indicio que tiene la fiscal Adriana Giannoni para sospechar que el crimen tendría que ver con una denuncia que realizó la víctima meses atrás. Había acusado a los guardiacárceles de venderles drogas a los presos.

La víctima y otro recluso (cuyo nombre se mantiene en reserva por cuestiones de seguridad) habrían realizado esa denuncia en agosto. Por temor a que reciban represalias, el 8 de septiembre se aceptó que ambos reos fueran alojados en la seccional 7ª. Pese a que los dos estaban condenados, se aceptó que estuvieran allí hasta que se terminara de investigar la causa que se había iniciado con sus declaraciones.

Sin embargo, ayer se confirmó que fueron trasladados a Villa Urquiza sin ninguna orden dada por escrito. Así quedó demostrado en el informe que le enviaron desde la Policía a la fiscala Giannoni. Las razones del traslado no están claras ni, mucho menos, qué autoridad decidió tomar esa medida.

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De acuerdo con la versión oficial, el domingo a las 9, personal del Servicio Penitenciario hizo una requisa en el calabozo que hay en la dependencia y en la que estaban encerradas unas 15 personas. Allí encontraron un celular que sería de Braian Acevedo (integrante del Clan Acevedo que está detenido por el crimen de Matías “Geniolcito” Rodríguez) y una punta carcelaria.

Según el informe, los guardiacárceles llamaron a la fiscalía XI donde les ordenaron que documenten la situación. Luego, de acuerdo con la información oficial, hablaron con el juzgado de Ejecución de Penas, donde pidieron llevar a Medina y al otro recluso a Villa Urquiza por haber protagonizado esa falta, planteo que les habían aceptado.

Sin embargo, Giannoni, de manera extraoficial, confirmó que ningún funcionario había dado una orden de esas características. Por ese motivo, hoy serán interrogados en la fiscalía para que oficialmente se confirme o descarte la irregularidad. Guillermo Snaider, director de Institutos Penales, le había confirmado a LA GACETA los traslados de Medina, pero había dicho que no se le habían informado los motivos.

Desesperación

“Desde el lunes comenzó a tratar de comunicarse con sus familiares porque estaba siendo perseguido por las personas a las que había denunciado. Hasta recibimos información de que ni bien ingresó al penal le aplicaron una feroz golpiza”, indicó Silvia Furque, representante legal de la familia de Medina. La profesional confirmó además que se reunió con Giannoni para informarle que la familia se convertirá en querellante en la causa.

Esa versión también habría sido confirmada extraoficialmente por el médico forense que realizó la autopsia. Le habría informado a la fiscala que Medina falleció como consecuencia de las heridas de arma blanca que recibió, pero también encontró algunas lesiones características de una persona que fue brutalmente golpeada. Con el informe por escrito, Giannoni profundizará la pesquisa sobre quién y por qué lo habrían golpeado.

“Vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. Desde el martes veníamos advirtiendo que algo malo le podía pasar. Esperamos en vano ser atendidos por el juez de penas (Roberto) Guyot, pero nunca nos atendió. Luego llamaron a la familia para avisarle que el joven había sido asesinado”, agregó Furque.